La semana del 2 de febrero de 2.009
aparecieron en las paredes del cementerio y la ermita
de San Joaquín unas pintadas hechas
con botes de pintura tipo spray y que muestran claramente
que el gamberrismo
no tiene límites. Primero fue la desaparición de San Joaquín y ahora
esto.
Los gamberros y desaprensivos campan
impunemente. ¿Cuál será la próxima?