PERALTILLA AÑO 1.778 – 1ª Parte
En esta ocasión vamos a adentrarnos en los usos y costumbres de los vecinos de este pueblo según un informe del año 1.778. El informe no tiene desperdicio y como se entiende muy bien su contenido voy a copiarlo literal. Lo que corresponda con la literalidad del referido documento figurará en letra cursiva, y las anotaciones y explicaciones que he añadido para poder diferenciarlas del original figurarán en letra normal. El documento aborda distintos temas, tales como fábrica de la iglesia, capillas, beneficios eclesiásticos, cofradías, entierros, procesiones, matrimonios, es decir se trata de una fotografía muy precisa del Peraltilla de finales del s. XVIII. Es un texto de los que forman los libros de Lucero. Como su contenido es muy extenso este año nos vamos a centrar en la primera parte del documento. Comenzamos:
Norte y guía de los usos y costumbres del lugar de Peraltilla, alias Peralta cabe Azara, hecha con informes de D. Francisco Lassierra y D. José Ciria , alcalde y regidor de este lugar elegidos en junta parroquial celebrada el día once de enero del presente año mil setecientos setenta y ocho, y Mosen Antonio Azara cura de dicha parroquia.
Fábrica de la iglesia. La iglesia de esta parroquia es del título de la Transfiguración del Señor, el patrón es el Patriarca San Joaquín. La fábrica y decencia de esta iglesia corre de cuenta del Señor temporal de este pueblo que es el Marqués de Coscojuela el cual percibe la primicia y por esta razón debe de acudir y acude y costea todos los reparos de la fábrica, y tiene obligación de dar todo lo necesario para el culto divino como son ornamentos, cera, incienso, aceite, hacer el monumento, tañer las campanas, barrer la iglesia, limpiar los ornamentos, traer el agua a la pila del agua bendita y bautismal para la bendición del Sábado Santo y Pentecostés, y demás cargos de primicia.
Capillas. En esta iglesia hay cinco capillas, la del Rosario corre de cuenta de los herederos de Ventura Soro que hoy es Joaquina Bitrián y Soro casada con José Franco. Cuida de su decencia sin otro cargo. En 1.791 correspondía a las mujeres (las mairalesas) y así continuó hasta prácticamente nuestros días. Se trata de la capilla del lado izquierdo más cercana al altar mayor.
La de San José pertenece a la casa de Josefa Altemir, como heredera de Juan Castillo, está casada con Francisco Blanco, cuida de su decencia sin otra obligación. En 1.791 seguía correspondiendo a casa Mora (que es la actual casa Benedé) y esta familia tenía derecho de sepultura en la capilla. Finalmente la capilla corría a cuenta de la familia Riverola (casa Marcelino) quienes cuidaron de ella hasta prácticamente nuestros días. Esta familia sigue celebrando misa anual en la parroquia por el día de San José. Se trata de la capilla del lado derecho del templo.
La de San Francisco Javier pertenece a la casa de Francisco Algayón. Cuida de su decencia sin otra obligación. El 25 de febrero de 1.702 ante el notario que fue de Barbastro Francisco de Comas, D. Francisco Viñuales fundó el Beneficio temporal de S. Francisco Javier (fiesta el 3 de diciembre). En 1.791 la capilla seguía corriendo a cuenta de la familia Algayón (casa Algayón) quienes cuidaban de ella y así ha sido hasta prácticamente nuestros días. Posteriormente el santo titular fue santa Bárbara, cuya fiesta se celebra el 4 de diciembre. Esta familia sigue celebrando misa anual por santa Bárbara. Estaba situada en el lado izquierdo de la nave de la iglesia, entre las capillas del Rosario y de S. Antonio Abad. Actualmente la capilla no existe.
La de San Antonio Abad pertenece a José Liesa como heredero de Antonio Rami, cuida de su decencia sin otra obligación. Así continuaba en 1791 vinculada a la familia Liesa (casa Liesa) y así siguió hasta la extinción de esa familia en Peraltilla en los años 50 del s. XX. Se trata de la capilla abierta en la base de la torre.
La del Santo Cristo pertenece a la cofradía de la Sangre de Cristo, el prior de esta cofradía cuida de su decencia sin otra obligación. Se trata de la capilla del fondo de la iglesia.
Después de la guerra Civil cada una de las familias encargadas de cada capilla volvieron a sufragar las imágenes de los santos titulares y las decoraciones de estas capillas. Esta situación se mantuvo hasta finales de los años 60 del s. XX, cuando se derribaron los altares y se modificó la ubicación de las imágenes dentro de la iglesia.
Beneficios eclesiásticos. En esta iglesia hay tres beneficios eclesiásticos. Uno en la capilla de San José que obtiene D. José Gassos, subdiácono, su renta es de mil libras jaquesas de principal en censales (préstamos). Las obligaciones de este beneficio son tres misas cada semana, conjurar los nublados y asistir a las procesiones. El patronato activo pertenece a Josefa Altemir como heredera de Juan Castillo que fue el fundador, el pasivo pertenece a los parientes del fundador. Es decir, que el beneficio se sostenía con las rentas que generaban unos prestamos por un total de mil libras, que iban a sufragar las necesidades del poseedor. Este beneficio fue fundado por Juan Castillo y el 18 de noviembre de 1.604 su viuda, Gracia Penaranda y sus herederos en cumplimiento de las disposiciones testamentarias del fundador nombran a Jaime Maza beneficiado, mediante escritura ante el notario que fue de Barbastro, Pedro de Artigas. Posteriormente ocupó este beneficio Mosen Pedro Villa que fue cura de Peraltilla hasta su muerte en 1.663. En 1.671 renuncia Miguel Cáncer de Azlor a dicho beneficio. En ese mismo año 1.671 ocupa el beneficio Juan Francisco Buil natural de Laluenga, que es propuesto por José Broto, como sobrino y heredero legítimo de Juan Castillo, con la autorización del Obispo de Barbastro, mediante escritura realizada en Azara por el notario de Azlor, Jerónimo Naya el día 8 de diciembre de 1.671. En al año 1.673 es nombrado beneficiado a Miguel Arnal. Sabemos que en 1.749 el beneficio estaba vacante, situación que se mantiene en 1.756.. En el año 1.761 se nombra beneficiado a José Escartín Urraca, natural de Ponzano que fue propuesto por Melchora Salillas esposa de Ramón Broto.
El segundo beneficio es el de San Antonio Abad que posee D. Joaquín Rami cura de la parroquial de Torrente de Cinca, diócesis de Lérida. Su renta es de mil libras jaquesas de propiedad en censales. El patronato activo corresponde a José Liesa vecino de esta parroquia como heredero y descendiente de Antonio Rami. El pasivo corresponde a los herederos de Antonio Rami. Con anterioridad, el día 20 de marzo de 1.699 fue fundado un beneficio bajo esta advocación por D. Carlos Ciudad, vecino de Ponzano, mediante escritura ante el notario de fue de Barbastro, Francisco de Comas. Posteriormente hubo otra fundación a cargo de D. Antonio Rami. En los años 1749 y en 1756 poseía el beneficio Mosen Francisco Liesa. En el año 1.791 aparece como beneficiado Mosen José de Liesa. En varias ocasiones sacerdotes hijos de esa casa ocuparon el cargo.
El tercer beneficio es el de la Virgen del Rosario que lo posee Juan Lailla presbítero residente en el lugar de Ponzano. Su renta es de tres caices de trigo, tres nietros de vino, quince escudos de anua pensión y una carga de leña por cada casa. Sus obligaciones son decir misa matutinal los festivos y en la cuaresma y enseñar a los niños las primeras letras. El patronato activo es del alcalde y regidores de este pueblo. El pasivo es de los hijos del lugar y en ausencia de éstos para oriundos. Fue fundado por el alcalde, síndico y regidores de Peraltilla y por la cofradía del Dulcísimo Nombre de Jesús el 20 de junio de 1742 según protocolo de Francisco Antonio Cartillas notario que fue de Barbuñales. Uno de los fines de este beneficio fue que el sacerdote encargado del mismo fuese maestro de primeras letras de los niños del pueblo. En los años 1749 y en 1759 lo seguía manteniendo Juan Lailla. En 1791 lo tenía Jaime Gassos residente en Salas por lo que no es estaba atendiendo las labores de educación de los niños del pueblo.
También existió un beneficio de la advocación de la Sangre de Cristo constituido hacia el año 1.653 por Mosen Pedro Villa, rector que fue de Peraltilla. En el año 1756 lo tenía mosen Pedro Ballabriga y en 1791 lo poseía mosen José Lacamora, residente en Valencia.
Este sistema de beneficios eclesiásticos desapareció en la primera mitad del s. XIX con las distintas desamortizaciones al quedar sin efecto los instrumentos financieros sobre los que se fundaron.
En esta Iglesia hay varios particulares que tienen derecho de sepulturas concedidas por los Ilustrísimos Obispos de esta diócesis.
Aquí concluye la primera parte del documento.
José Miguel Riverola Lacoma
agosto 2006