Este es el aspecto que tenía el interior de la iglesia hasta la década de los 60 en que fue restaurada y remodelada. Las paredes de piedra estaban totalmente enyesadas y pintadas. El retablo que se aprecia en realidad era una pintura sobre la pared. Estaba presidido por el sagrado corazón de Jesús y los santos Fabián y Sebastián, patronos de Peraltilla. Todos los santos son posteriores a 1.938 ya que durante la guerra civil, la iglesia fue profanada y las imágenes y ornamentos quemados. Durante el periodo de la guerra civil fue dedicada a almacén de productos agrícolas y cerrada al culto.