La desaparición de San Joaquín

 

El día 20 de diciembre de 2.008 se descubrió la desaparición de la figura de San Joaquín, patrón de Peraltilla y que estaba en el altar de la ermita.  Fueron Josefina Toro y Maria Pilar Bescós las primeras en darse cuenta de que la cerradura estaba forzada y la imagen había desaparecido. Todos los indicios apuntan a que fue robada la noche del 19 al 20. Los ladrones no entraron en la sacristía ni se llevaron nada más.  Fue dado aviso al Obispado de Barbastro y a la Guardia Civil.

La figura de San Joaquín no tenía valor artístico o histórico. Era de escayola y fue comprada en 1.939, puesto que tanto el retablo de madera como la figura original fueron quemados en agosto de 1.936, recién comenzada la Guerra Civil. 

No obstante, San Joaquín tenía un valor sentimental muy grande para todos los peraltillenses pues es el patrón de Peraltilla.

La imagen robada fue adquirida el 1 de octubre de 1.939 y costó 773 pesetas de la época.  Fue sufragada por 83 vecinos de Peraltilla a razón de 7 pesetas las casas ricas y 1 peseta las casas pobres.  El encargado de bajar a Barbastro a recoger la caja que contenía la figura fue Ricardo Cosculluela, de casa Cau, que lo hizo en servicio de "concejada" con el carro y la mula.

 

Comisión

                            


Un equipo de Aragón Televisión estuvo el domingo 21-12-2008 en la ermita para grabar un reportaje sobre el robo de la imagen de San Joaquín que fue
emitida a las 14:00 h. del mismo día.  Un numeroso grupo de vecinos estuvimos allí para dejar nuestro testimonio de repulsa ante el robo.