La alternativa turística
En las últimas fechas, el acuciante fenómeno de la despoblación se ha
situado en un primer plano de la actualidad. Aragón se enfrenta a un
auténtico problema de fondo, a un problema que, desgraciadamente, puede
condicionar en gran manera el futuro desarrollo de nuestra tierra.
Hasta la fecha, este fantasma demográfico había habitado en el desván
de nuestro devenir sin asustar prácticamente a nadie.
Hoy, por primera vez, la Diputación General de Aragón es consciente
de esta situación y en este sentido, se están diseñando una serie de políticas
dirigidas fundamentalmente a invertir esta tendencia, sin olvidar que, lógicamente,
no existe actuación en el ámbito ejecutivo que no sea susceptible de
convertirse en un arma contra esta problemática, bien sea desde el punto de
vista educativo, agrícola, territorial o social.
El Gobierno de Aragón que preside Santiago Lanzuela ha tomado el
estandarte de esta peculiar y trascendental batalla.
No se trata de una escaramuza: es
una confrontación de desgaste, de aguante, que se dilucidará a lo largo
plazo. Ahora el reto no es otro
que sumarnos a esta cruzada dentro de nuestras posibilidades, desde las
grandes instituciones a los colectivos sociales más reducidos, pero, en
cualquier caso, con los objetivos muy claros.
Es en este ámbito donde los municipios jugamos un rol trascendental.
De nuestra imaginación e iniciativa depende en buena parte el
resultado final de esta apuesta política y social que debe empezar por frenar
el éxodo que venimos sufriendo desde hace décadas.
Afortunadamente, no estamos solos, pero tampoco debemos dejarnos
envolver por la inercia. Sería a estas alturas de siglo, un error imperdonable del
que difícilmente podríamos recuperarnos.
Una vez fijado el objetivo último, es evidente que cada población
dispone de un amplio abanico de posibilidades, de métodos para dar respuesta
a una problemática común. La
industria, los servicios, la agricultura intensiva o el turismo, entre otros,
aparecen como caminos que, aunque conducen al mismo lugar, ofrecen diferentes
paisajes. La elección no es una
cuestión baladí, puesto que una elección correcta puede llevarnos al más
absoluto de los fracasos a pesar de que la intención sea inmejorable.
Y, en Aragón, no estamos para desperdiciar inútilmente esfuerzos.
Lógicamente, la decisión debe ser política, pero apoyada en
cuestiones técnicas que sirvan para interpretar la realidad de una manera
rentable.
Estas consideraciones son las que, en el caso particular de Peraltilla
nos han llevado a apostar de forma decidida por el turismo, aunque lógicamente,
esto no signifique que dejemos de lado otras opciones.
No obstante, creemos que el aprovechamiento integral del ocio se ajusta
de forma precisa a las características de nuestra población y, en ningún
caso se trata de una decisión gratuita.
En Aragón, ligados al sector de la economía turística, de forma
directa o indirecta, existen un total de 33.000 empleos, cifra que representa
cerca del 8% del empleo de la Comunidad Autónoma.
Esta actividad genera un producto interior bruto, en la actualidad, de
137.000 millones de pesetas y, según datos del Instituto Nacional de Estadística,
supone el paso de casi 1.200.000 personas por nuestra tierra.
Estos son algunos de los datos que proporcionan una idea aproximada del
peso específico del turismo en nuestra Comunidad Autónoma aragonesa, aunque
los más importante es que se trata de guarismos que se encuentran en
constante crecimiento.
Peraltilla dispone de recursos para encaramarse al tren del ocio.
Como muchas otras poblaciones aragonesas.
Sólo se necesita iniciativa y una fe enorme en las gentes que pueblan
nuestros municipios, que son los primeros interesados en que existan las
condiciones idóneas para hacer frente a la despoblación.
Un total de 5.000 folletos sobre Peraltilla están siendo distribuidos
en los principales centros y agencias de viajes como un primer paso para
incluir nuestro municipio en los circuitos turísticos de mayor interés.
En la primera fase, pero trascendental, puesto que de la acogida de
esta promoción depende buena parte del éxito final.
Me gustaría que esta experiencia sirviera para que muchos otros
pueblos se plantearan la misma posibilidad, siempre y cuando existan las
condiciones necesarias. La lucha
contra la despoblación bien merece un cierto riesgo y la puesta en marcha de
todos los recursos posibles. Sin
olvidar que la imaginación y la iniciativa son dos de los principales.
José Pedro Sierra Cebollero es Diputado del Partido Popular en las Cortes de Aragón y alcalde de Peraltilla.
Aparecido en el diario ABC (suplemento Aragón) del viernes día 28-11-97