Ermita de San Joaquín

Año de construcción: Siglo XVIII
Estilo: Barroco
Descripción: Arco triunfal de yesería de estuco policromado y cúpula semiesférica con pinturas murales, atribuibles al gran pintor aragonés, D. José Luzán Martínez, que en sus años mozos estaba al servicio del Señor natural de Peraltilla, el Duque de Solferino.


San Joaquín preside el altar

     La ermita de San Joaquín está en la cima de un montículo desde el que se domina una amplia panorámica: el barranco de La Clamor, el Canal del Cinca con el acueducto que salva La Clamor, la carretera Nacional 240, las huertas que quedan prácticamente al pié de la ermita y la cara este del pueblo.  

     Se erigió en honor a San Joaquín, patrón de Peraltilla y a Santa Ana.  Anejo a la ermita está el cementerio.  Se acude a la ermita el día de la fiesta para celebrar la misa mayor y a la salida es costumbre que el ayuntamiento invite a jamón y vino.

     El edificio fue restaurado en 1.990. Cuatro años más tarde se remodeló la plaza y se plantaron los árboles y arbustos en la falda de la ladera que puede apreciarse al pasar por la carretera.  En 1.997 se asfaltó el camino que lleva desde el pueblo hasta la ermita.  Por último, en 2003 se volvió a remodelar la placeta colocando losas en el suelo y una pared perimetral de piedra arenisca.

 


Interior de la ermita